Silvio Maresca llega a Corrientes para presentar la nueva obra de González Cabañas.

El acabose democrático, es el título, provocativo, sagaz e interpelante que eligió Francisco Tomás González Cabañas, para esta, su última obra que aborda, descarna y sesudamente la cuestión democrática de nuestras fronteras en nuestros días.  Sí bien prefiere no bajarla, ni reinterpretarla a la obra, mediante un introito interpretativo, sería un abuso en el uso de las palabras, afirma, no coincide en que propale, promueva o tan siquiera desee, el fin o el término de lo democrático, menos aún que lo profetice, sino que simplemente narra que de acuerdo a ciertos conceptos, a determinadas investigaciones y algunas percepciones, el término de lo democrático, podría iniciar un proceso, aún más democrático o verdaderamente democrático, o más allá de la semántica democrática, pero que consagre principios que no son aplicados de hecho por las democracias actuales como la inclusión y la disminución de los índices de pobreza y marginalidad.

La llegada de Silvio Maresca, uno de los filósofos más destacados fronteras afuera de lo académico, tanto en el mundo  político como comunicacional, será clave para la interpretación de la obra, qué es estudiada en distintos claustros del mundo, tanto en Perú, Venezuela como España y que emitirán próximamente sus veredictos en relación al “Acabose democrático”.

El ámbito, la casa del autor, es asimismo un centro simbólico de lo político en su provincia, dado que en tal lugar se sucedieron hechos de la política dura y real de los últimos años. La presencia de figuras de la política local podría constituirse también, a semanas de una elección a gobernador y legisladores en la provincia, en un punto neurálgico para el encuentro de la teoría con la práctica, para el desarrollo de clubes de lo filosófico o lo democrático, de la instauración del departamento de filosofía, de la conversión de las escuelas de gobierno en escuelas del pensamiento con sus respectivas sedes municipales y en definitiva en la constitución, en el punto de partida, del fortalecimiento del pensar en la política, desde las lógicas de lo consensual , del respeto por los disensos y la generación de mayor inclusión en la edificación de una comunidad democrática, en donde las elecciones no sean la única representación de tal experiencia de la civilidad humana, sino un epifenómeno más de los tantos que puede ofrecer una democracia a prueba de persecuciones, señalamientos y caracterizaciones por el pensar distinto, diferente o de maneras no convencionales, sino que precisamente esto sea la base de lo multidiverso que demuestre un mundo en crecimiento y más afianzado en su humanamiento.