Para evitar los males democráticos; Caña con ruda hembra.
Pero podemos tener, de hecho tenemos, políticos que van por el todo, que esperan que las definiciones de la política, se den desde el ámbito que se tengan que dar, como para diseñar una propuesta real y efectiva, para el interior, la capital , para uno o un millón de hombres, que sostengan una ideología política, una doctrina, con el peso de sus acciones, con lo incontrastable de la trayectoria, y no con el amontonamiento de sellos o con el agolpamiento de gacetillas que dicen que, ahora, somos de tal o de cuál partido, cuando, antes lo fuimos de aquel otro.
Séneca decía “No hay vientos favorables, para el barco que no sabe a dónde va” muchos, en el mientras tanto, en tanto recorrido, tanta franquicia, tanta gacetilla, tanto ruido, se aprovechan de la escases de conocimiento político de algunos y le dicen que tal es el camino, cuando en verdad no lo saben y cuando el viento cambia, cambian con él, pero en un trayecto corto o mediano eso se nota y mucho, en una disputa como la presente por el poder provincial, se descuenta que los dos que definirán ambos equipos, saben qué lugar darles a los que van por las partes, y cuáles a los que van por todo, de ello, dependerá también el resultado de la elección.
Política es la resignificación de las cosas, es decir, es primero, el dialogo, el encuentro de lo más social del hombre que es la palabra (en su versión expresiva puede ser algo escrito o una manifestación), para luego ir en búsqueda de un sentido de las cosas, para en una tercera etapa, recién ponerse en marcha para que todo lo anterior se traduzca en una realización, en una obra, en una luminaria, en un puente o en una ley que defienda un derecho.
La política, es mucho más, todas las significaciones que la misma ciencia que la estudia en el campo teórico desprenda, como el accionar que un militante convencido imprima, lo que no puede, ni debe, es ser esto que nos quieren vender como gestión, como solución rápida, como respuesta empresarial, edulcorada, descorazonada, carente de sentido, político y por ende humano…”
La definición de lo político, no puede estar siempre atada a lo mismo, sea el rito de lo electoral, o los planteos metodológicos para que se cambie o pretende cambiar por vías imposibles; menos aún que los mismos, funcionarios y casta política, colgados de la semántica del cambio se propongan ser distintos sí es que no incorporan a quiénes no han estado en el manejo de la cosa pública.
“Para lograr que predomine un mínimo de sociabilidad y, gracias a ello, la sociedad como tal perdure, necesita hacer intervenir con frecuencia su interno poder público, en forma violenta y hasta crear, cuando la sociedad se desarrolla y deja de ser primitiva, un cuerpo especial encargado de hacer funcionar aquel poder en forma incontrastable. Es lo que ordinariamente se llama estado” (Ortega y Gasset, J. El decir de la gente. Taurus. Buenos Aires. 2014. Pág. 176).
Aun no hay comentarios, sé el primero en escribir uno!