Carnadas humanas a la pesca.
Los candidatos andan por el terreno como si fueran carnadas humanas en busca de cardúmenes de marginados y pobres para que muerdan de su palabrería esperanzadora de un futuro esplendido, de hecho hace al menos 30 años que son una agencia de publicidad de vida buena.
Aparte de ello, el problema no parece que fuera la situación social pasada y presente del 40 % de los argentinos y un poco mas de los correntinos, siguiendo las declaraciones públicas de los “popes”, los clarividentes, las deidades de la salvación, el problema crucial argentino es la democracia. Según la ex presidente Cristina Fernández el país está en “emergencia democrática”, en las tierras guaraníes el Cobos correntino denuncia la inexistencia democrática en la alianza que supo fundar que conlleva a la falta de trasparecía que los correntinos no se merecen. A la luz de estos posicionamientos nos queda decir, que en realidad no estamos en emergencia porque no hay democracia ni mucho menos, lo que tenemos es un tiranía partidaria con complicidad normativa, lo que pretenden las facciones es no perder su cuota de poder en esta tiranía lógica que supieron instaurar, temen perder el monopolio de la representación, temen ser los próximos excluidos de la estructura burocrática y elitista que mantiene a la mitad de los argentinos en situaciones infrahumanas.
Entre plumas y lentejuelas se desvanece cualquier argumento defensivo para con el Estado como herramienta de trasformación para bien de las vidas humanas, desde la autoproclamación del el Estado soy yo de Luis XIV asistimos todo el tiempo a los resabios de esa época encarnada en prolijos párvulos que dilapidan los recursos públicos en juergas carnestolendas (origen en el Samba y Axé brasilero) a la cual la santifican como propia cuando a decir verdad, es una tradición extranjera, lo que sí es propio y originario de Corrientes es el pobrerío que, curiosamente tiene muy poca publicidad. El resultado es un club de remo trasformado en un simple club de básquet. El Estado es un fantasma con cuenta bancaria y el portador de la llave maestra reparte los recursos a diestra y siniestra, regala “plus” por día del padre, madre, sobrino y quien sabe que otras cosas más, n remunerativo, no bonificable, no nada, es como el abuelo que le regale 100 pesos al nieto que va de viaje de egresados.
Terminemos con las palabras diría un gran estadista de la comarca, en realidad terminemos con todo si el todo es la nada misma salvo, que nos salven los que hacen, lo nuestro es hacer deshaciendo. A esta altura del campeonato una dictadura al estilo chavista o coreana o una república democrática da lo misma, la montaña de pobres y expulsados de la sociedad civil seguirán ahí, donde cada dos años como en un paseo turístico los candidatos van para hacer su avistaje de pobres.
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