30 de mayo de 2017

A Camau no le sirve que Ríos retenga la Capital.

Tal como el principio que sostiene Rodolfo Martínez Llano “A veces ganando se pierde y perdiendo se gana” la ratificación que en política dos más dos no son cuatro, es contundente, sobre todo en la arena peronista que no corona un gobernador desde hace medio siglo. Esta falta de entendimiento, de comprensión, que sólo ha tenido Don Julio Romero en virtud del último gobierno Peronista, vuelve a poner en caja los deseos del peronismo de arribar al sillón de Ferré. Nuevamente se puso delante el carro de los caballos. De aquí la explicación de porqué el radicalismo, el ricardismo se regodeó en este adelanto municipal. Pudo ganar meses para seguir concentrando poder, pese a la dificultad lógica de la sucesión, que podría haber sido traumática, y que sin embargo solo lo es, con escaramuzas, gracias a que existe a mitad de año (como si no alcanzase la razón, los augurios, que provienen desde la antigüedad, señalan lluvias que complican no sólo el transitar sino el humor de la ciudadanía con su oficialismo en juego, el más directo, el municipal y recuerdan los vinculados al peronismo, con otra derrota en junio, la de Nestor K en 2009 en provincia de Buenos Aires) esta elección, en la que el intendente, sólo junto a su facción y un grupo de encuestadoras pretende convencer que siga en el poder será beneficioso para el conjunto de los capitalinos.

Claro que sí solo se tratase de su porvenir político no estaría mal. Que se hable no sólo de su gestión, sino de lo que hizo cuando represento al Menemismo (al Panuismo sigue representando en la actualidad) y por ello se transformó en diputado provincial, como luego desde el Senado Nacional se transformó en un Kirchnerista furibundo y como en esta última parada, posiciona el siempre serpenteante Sergio Massa, que pasará de tener representación de las plumas de Nito al hacer renovador, que como si fuese un calco del destino, tuvo su momento histórico en Corrientes, cuando desde las entrañas de los hacedores del actual intendente se gestó la posibilidad de que el peronismo no llegará al poder en el ´87.

Extrañamente los giros del destino, hacen que quién se quedara con el diario, fundado por su padre y último gobernador peronista, y a quién le despojaran la posibilidad de ser gobernador, por esa apertura del espacio peronista renovador, hoy ponga al servicio el mismo diario, a esa renovación, repotenciada. Pero más allá de estas curiosidades, si a muy pocos le sirve realmente que el intendente retenga el poder en la capital, a Camau, sin dudas, le sirve nada.

Ante la hipótesis de un Gobierno de Camau, que necesariamente ira por dos períodos, por ocho años, y en el caso de que Rios gane, se encontrará dentro de cuatro cuando termine su primer mandato, con el Intendente capitalino sin posibilidad de reelección y por ende con un rival no potencial, sino confeso y declarado. Asimismo una victoria de Ríos le impediría a Camau trabajar sobre un concepto que lo beneficia y mucho, en relación a la nueva generación de la política y como se entiende esta. Es decir no sería muy creíble, para los sectores donde llega y mucho Camau, si tiene el salvavidas de plomo, de un intendente reelecto, pero con un alto grado de rechazo por sus antecedentes políticos de Menemista, Kirchnerista y ahora Massista.

Camau, en el caso de que gane Ríos, tampoco podrá trabajar sobre las superestructuras del Pro y su electorado. A contrario sensu de lo que ocuririía si gana Tasssano.

Si gana Tassano, Camau podrá tener no solo la aspiración de gobernar 8 años, sino la tranquilidad de gobernar los primeros cuatro años, sabiendo que el intendente también querrá ir por la reelección.

Sí gana Tassano, le hará y gratis, el trabajo sucio a Camau, de llevarse puestas las viejas estructuras del ricardismo dentro de ECO, podrán trabajar bajo ese significante de políticos nuevos, de la gestión, de personas exitosas y cuidadas. Camau, podrá incluso ser confiable, en el caso de que gane Tassano para los funcionarios del pro, que hasta podrían ayudarle con la financiación de la campaña.

En tiempos en donde no sólo los partidos, sino hasta los sistemas están en desuso, y la política se define por las individualidades, y de cómo estas se lleven entre sí, no existe ninguna duda que Ríos acordó, negoció, pauto, con lo más viejo, rancio, del ricardismo, para beneficio suyo, encontrando entendimiento, a su vez y que Camau, tiene mejor dialogo, entendimiento, predisposición y posibilidad de trabajo político, con Tassano más allá de como este hoy se encuentre políticamente.

Las posibilidades de que Camau acceda al poder son inversamente proporcionales a lo lejos que estén del mismo sectores como el de Ríos que son parte del problema y no de la solución para que después de 50 años el peronismo pueda acceder al sillón de Ferré. 


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Fernando
premonitorio francisco eh?
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