15 de diciembre de 2016

La democracia es un ejercicio oscurantista.

Y si la forma del mundo se refleja de la mejor manera, en forma de música, entonces la mayor sensibilidad filosófica será una sensibilidad musical. En la música todos los sentimientos vuelven a su estado puro y el mundo no es sino música hecha realidad. Arthur Schopenhauer.

 

 

 

Reuniones secretas entre facciones políticas por el tironeo del impuesto a las ganancias, fiesta para el mundillo mediático del puerto de Buenos Aires ¿reuniones secretas? En qué clase de sociedad vivimos para soportar livianamente las reuniones secretas de sátrapas facciosos y pueriles que se creen representantes de un pueblo que todavía los soporta y mantiene. ¿Reuniones secretas? Facundo Moyano asegura que la democracia está funcionando, mientras su jefe político se reúne en secreto. Lo que no entiende la runfla de Sergio Massa y la resaca del kirchnerismo en total decadencia es que la pérdida de recaudación para las provincias del norte, donde hay nula actividad privada y se depende exclusivamente del empleo público, donde la miseria es el paisaje mas encantador para los visitantes que piensan que hay una exposición artística itinerante de pobreza, va provocar un descalabro económico en los paupérrimos salarios, sin contar que las escuelas y hospitales van a empeorar sus estado de guerra.

El coto de caza en que se convirtió el impuesto a las ganancias es la consecuencia de mentir descaradamente en la campaña electoral, es un tema del que no van a zafar fácilmente los revolucionarios de la alegría, zamarrearon del pelo a los argentinos mintiendo sin descaro y ahora tratan de arreglar mintiendo otra vez, Marcos Peña es el abanderado de la desfachatez adornada con globos, entre otras cosas el jefe de gabinete asegura que  pensar no es importante, y que se puede gobernar el país siendo entusiasta y optimista, así nos va, no embocan una ni de casualidad.

Como no podía ser de otra manera, Argentina  es el país en que su historia se cuenta a través  de los prontuarios, imputaron al comandante de la revolución de la alegría, de los globos, pitos y matracas Mauricio Macri, al jefe de Gabinete, Marcos Peña, y al ministro de Economía, Alfonso Prat-Gay por el decreto que permitió que familiares de funcionarios ingresen al blanqueo de capitales, el mejor equipo de los últimos 50 años no fue capaz de contratar un abogado más o menos idóneo para recomendarle a Macri que las mamarrachadas que se le ocurren a su gabinete les va generar urticaria, ya le paso cosa igual con la audiencia pública en el aumento de la tarifa de energía eléctrica y fue Lilita Carrio, la fiscal moral de la nación, quien indico que el ministro de justicia Germán Garavano es simpático pero tiene que ir a estudiar.

Harina de otro costa pero íntimamente relacionado con la mentira política como herramienta de sometimiento, el impuesto a la música que pretende el intendente de la capital correntina es el principio del fin de lo poco que le queda en pie a la provincia que vio nacer a Mario del Tránsito Cocomarola, los 12 años de verso en nota negra del kirchnerismo, de esa leyenda urbana de la defensa de la cultura popular y nacional se desvanece, el afán recaudatorio para la manutención de la casta de políticos en la municipalidad no tiene tope, se arrodillan ante los empresarios de trasporte mientras apalean a músicos dignos que no hacen otra cosa que ejecutar música que aplaca la realidad miserable en la que nos coloca la politiquería aldeana y sus facciones comerciales llamadas partidos políticos. El impuesto a la música es otra prueba más que demuestra la decadencia estatal que sirve solo para someternos a los berrinches particularísimos. Lo nuestro es hacer, hacer mierda lo poco que hay.

 

Por Carlos A. Coria Garcia


Comentarios »
Aun no hay comentarios, sé el primero en escribir uno!
Escribir un comentario »