14 de diciembre de 2016

Los candidatos son y la democracia es…

A un punto, patético y deleznable (para los que aún creen en el significante democracia) ha llegado cierta clase política contemporánea, que nos comunican, como si fuese un gran logro republicano que ya son o tienen candidatos para los principales cargos, sin que se respete si quiera la formalidad de expresar el “tiempo interno” (que todos sabíamos que nunca se cumplía, pero al menos en lo verbal se dejaba constancia de una necesidad de prolijidad), de respeto a las formas y a lo representativo, que es lo nodal de nuestro sistema. Parecen secuestradores, de nuestras libertades políticas, tan omniscientes en su poder y en su ejercicio abusivo del mismo, que ya no tienen ningún prurito ni empacho en declararse (con el sufijo pre, como si esto los eximiera de tamaña criminalidad republicana) posibles receptores de la delegación de soberanía al que se obliga al ciudadano. En una extensión o proyección de esta conducta, dentro de unos años, tal vez, nos muestren una “encuesta” en donde un cantor, deportista o profesional reconocido, mida bien y declaren innecesaria las elecciones (aduciendo gastos y costos) y los (o se unjan, en verdad esto nomás falta, que ellos se pongan de acuerdo) o se declaren nuestros gobernantes sin necesidad de ninguna ratificatoria.

Antes del reinado de este medio preliminar, para palpar las posibles y probables elecciones de la ciudadanía, el sistema se adecuaba, un poco más, a las disposiciones constitucionales y por tanto a los principios republicanos.

Los partidos políticos, convocaban a comicios internos, para dirimir sus asuntos domésticos, y con ello, ofertar a la ciudadanía toda, a quién, o quienes, representaría o representarían, más fidedignamente, las convicciones doctrinarias e ideológicas de la expresión partidaria.

Pese a la disposición normativa, de que los partidos realicen internas abiertas y simultáneas para dirimir sus candidaturas, lo más trágico y dantesco, es que en Corrientes solo se cumplirá para elegir 3 diputados nacionales, demás está decir que por la ley de internas obligatorias nacionales, que no paradojalmente, deja abierta la posibilidad que se presente una sola lista y que en vez de una competencia interna, sólo sea una ratificatoria, de cuantas bolsas de mercadería se repartieron…Ahora bien, las candidaturas provinciales, se elegirán, en algunos casos, internas proscriptas mediante, bajo la lapicera del capanga o patrón, que para barnizarse de progresismo, utilizan la justificación de que esos candidatos miden bien en las encuestas, justificando este dato de dudoso valor de verdad, en la trayectoria de algún afamado profesional, deportista o cantante, que logró previamente granjearse popularidad, no teniendo tiempo para prepararse conceptualmente para la política (esto no te lo dicen, te hacen creer que la política es básica y únicamente que 20 crotos desdentados por la  inacción del funcionariado reconozco en el famoso a votar una representación de dios en la tierra). Lo más llamativamente aciago, es que hombres con poder o poderosos, se enlacen en un vínculo de dependencia condicionante, con un instrumento tan pueril y engañoso, que termina esquilmando el poder que detentan y ostentan, en contra de sus propios y en muchos casos, turbios intereses.

El político, mediante su proceder, ha expulsado a quienes formaban parte de las estructuras partidarias, y ha dejado semivacías, tanto a unidades básicas como a comités. Sí algún iluso, se sorprende, ante semejante verdad de Perogrullo, bastará con mirar una foto del obelisco en las elecciones del ´83 y tratar de compararla con algún último acto multitudinario. Claro, que la clase política, sí algo entiende es de las bases de la física. Ante la pérdida de un espacio, el mismo debe ser ocupado en forma inmediata. El espacio de la interna destruido por los mismos políticos, es reemplazado por la medición de imagen o por las encuestas.

Las candidaturas se resuelven al son de las respuestas de los testeados, de los consultados. Y las mismas se lanzan o se aceptan, de acuerdo a los resultados que arrojen, independientemente de que se sepan, desde un inicio, tendenciosas.

En nuestra provincia, ya no resulta raro, escuchar, a los más encumbrados políticos, afirmar que el candidato, para x cargo, será “quien mida mejor”, acompañado de la otra herramienta violatoria de lo democrático que es la elección de candidatos por “consenso”. A su vez, aquellos precandidatos, que perciben, que no llegarán al sitial de candidatos, por situaciones como las predilecciones del poderoso, se abren de las estructuras de las que forman parte y que no les permitirán llegar a la postulación, y van, sea por un frente aparte o independiente, animados u avalados, por encuestas o sondeos de opinión.

La desaparición de la interna, o el simple cumplimiento de la interna obligatoria por ley nacional para cubrir un puñado de cargos nacionales, ha dado lugar a la aparición de la encuestocracia. Como se ha expresado, renglones arriba, independientemente de lo perjudicial que esto resulte para el sistema democrático, la república y el pueblo en general, lo más grave es que los mismos hacedores de este reemplazo, los políticos o la clase política, son en definitiva, quienes también, pierden y mucho, en esta variación, lastimosa, de la preselección de las candidaturas.

La historia dirá, o sus hijos o nietos, le recordarán, que se anduvieron cambiando de camiseta, de acuerdo al movimiento volátil, de lo que se da en llamar, el humor de la gente.

Políticos, devenidos en dependientes de las oscilaciones del marketing, ya ven, a nivel nacional, como artistas con presencia mediática, ocupan los espacios, por la mera virtud de pacotilla, de “medir bien”, casos de sobra, que pobrecitos, no saben de política, ni en su definición, por eso ayer estuvieron con tal partido o tal líder, hoy con otros y mañana sólo dios sabrá-

En nuestra provincia, entre todos los que tengan buenos números en las encuestas, saldrán los representantes definitivos, que incluso a tal punto llega el reconocimiento de lo violatorio, que se hace público, quiénes, una vez en funciones, no podrán pedirles a los encuestadores, que les aleccionen, acerca de cómo gobernar o como representar. Sí logran, aprender sobre la marcha esto último, o tener un plan previo antes de acceder a un lugar de poder, se dejará de lado, la importancia radical, que hoy tienen las encuestas, y los políticos y la clase política, habrán dado un paso importante en reconstruir, verdaderamente, el lazo entre representantes y representados, sin la necesidad imperiosa, de consultar a cada rato, que paso deben dar o dejar de lado.  

 

Nota relacionada:

http://comunaslitoral.com.ar/nota/4998/candidatos-de-pies-de-barro

 


 


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