19 de noviembre de 2016

Primus Inter Pares.

El sistema político correntino, que va mucho más allá de lo democrático, hace uso de esta figura, que es básicamente la del caudillo, que sobresale a la casta de los otros que señorean en el poder, sea desde los otros poderes del estado o de las diferentes expresiones políticas, sean estas, circunstancialmente opositoras u oficialistas. La muerte del actual, que perdió la disputa de su reelección, le exige al sistema el inmediato surgimiento del sustituto. El tiempo que transcurra hasta tal estadio, estará compuesto por estas luchas intestinas entre los integrantes del status quo, que no hacen más que seguir resquebrajando el contrato social que perversamente determina que la mayoría extirpe sus posibilidades para que la minoría, sostenga y acreciente sus privilegios, a expensas de sostener el sistema ilusorio y potencial de igualdad de oportunidades.

Un nuevo round en el Senado Provincial, para cierta prensa o sector del poder, que cada cierto tiempo, pronuncia o acentúa su diferencia con el oficialismo, por esta falta de Primus Inter Pares (no por casualidad semana atrás señalábamos que se pretendería gobernar desde el  Municipio de Mercedes, desde 2017, porque ninguno de los señores del poder es más que los otros, y hasta tanto esto no ocurra (como ocurrió con Tato y Ricardo) algunos tildarán, o señalarán a los otros como antidemocráticos, autoritarios y hasta los amenazarán con denuncias en foros nacionales e internacionales.

Pero claro, ni don Tito, ni doña Norma, del Parque Cadena o del Paraje Cañaditas, esos que son los rostros de los políticos en campaña, que son las víctimas de los fotógrafos y gacetilleros, que disparan sus adminículos digitales, perpetrando la certificación de la violación de los derechos humanos en esta parte de occidente, a cambio del sueldo, del conchabo de la política, de la mordida, de la participación, de tomarle, al menos por unos segundos, una chupadita a la ubre estatal, una sobadita al pingo que todo lo da y todo lo puede.  

Otros, también aislados, marginados de los sistemas establecidos, de las unidades de penalidad espiritual, de los atolladeros de culpa, esos que mataron en nombre del señor, de los recintos en donde se determina que es lo bueno y que es lo malo, sea en formato literario, cultural o estético. Los que no forman parte de estos clubes, de las religiones, de la libertad, de la acción deportiva, de la producción musical, de la letras correntinas, de las costumbres victorianas y de toda agrupación existente y a existir, que surgieron en verdad en defensa, o con la firme convicción de ser parte, de la tierra de los señores dueños, existen también, en grado mínimo, ínfimo, nimio y como si fuese poco, son perseguidos, atacados, pulverizados por la indiferencia y la segregación cotidiana.

Es que más allá de las intenciones que pudieran tener, tal vez no tengan ninguna incluso, de la animadversión que puedan despertar por trabajar con el intelecto, como sí esto fuese un elixir espiritual o se les brindase un supuesto y acartonado prestigio que se traduciría en algo específico, del constante ninguneo de la oficialidad del status quo, que le niega desde la publicación en sus espacios plagados de carencias (la de las mayorías que dejan de comer, para que estos puedan estar como lo están dando las noticias establecidas del sistema del que son benefactores) de los representantes gubernamentales que premian, avalan, ensalzan, a sus amigos y entenados, así estos no hayan ni concursado ni manifestado interés alguno incluso por los que son reconocidos, con el alto sueldo, con la cucarda, con su foto en el diario y su voz en la radio, lo cierto es que como don Tito y Dona Norma, existen no solamente testigos, sino hacedores, escrutadores, hasta podríamos decir profetas de lo que viene ocurriendo con lo que dan en llamar la institucionalidad democrática correntina.

Meses atrás se presentaba el diagnóstico, de vivir en un estado de indefensión política, de cese de lo democrático en la provincia, pidiendo incluso que pudieran tomar cartas en el asunto organismos internacionales; a continuación copiamos algunos de los tantos argumentos, cualquier casualidad o virtud profética, ya sabe, no es coincidencia.

Ante las declaraciones públicas vertidas, tanto por el Gobernador de la Provincia de Corrientes, Dr. Ricardo Horacio Colombi, en relación a una decena de legisladores Provinciales que ofrecieron una conferencia pública, aduciendo que “No los conoce nadie y no tiene importancia lo que hagan” y lo manifestado por el Senador de la Provincia de Corrientes, el Dr. Noel Eugenio Breard, también en declaraciones públicas acerca del sistema político de su provincia, en relación a los partidos políticos “Son pymes (pequeñas y medianas empresas) electorales”, aducimos el gravoso y flagrante incumplimiento del artículo 38 de la Constitución Nacional ( Los partidos políticos son instituciones fundamentales del sistema democrático. Su creación y el ejercicio de sus actividades son libres dentro del respeto a esta Constitución, la que garantiza su organización y funcionamiento democráticos, la representación de las minorías, la competencia para la postulación de candidatos a cargos públicos electivos, el acceso a la información pública y la difusión de sus ideas. El Estado contribuye al sostenimiento económico de sus actividades y de la capacitación de sus dirigentes. Los partidos políticos deberán dar publicidad del origen y destino de sus fondos y patrimonio)… El bien jurídico mayor de cualquier ciudadano ante un derecho colectivo es que le sea garantizado una vida en democracia, y cuando esto no ocurre, el mismo ciudadano debe agotar las instancias para llevar adelante este reclamo en todas las sedes y ante todas las instancias judiciales. No podrían objetarse ante esto, cuestiones metodológicas o de fueros, la justicia en cuanto tal, debe preservar y hacer cumplir el precepto democrático por antonomasia, que los candidatos de los diferentes partidos se elijan por voto popular, sean únicamente de los miembros de los respectivos partidos o de estos y los independientes…La disposición normativa de que los partidos deben tender a la capacitación de sus miembros, es de cumplimiento tan efectivo, como el relleno de sus libros contables que bien en lo formal, podrían estar prolijamente al día, sin embargo basta, con recorrer los inmuebles en donde se dicen asentar, o donde fijaron domicilio legal los partidos y en la mayoría de los casos son las casas particulares de sus presidentes o dueños, terrenos baldíos o instalaciones en desuso o abandonadas.

La necesidad de exigir a todos y cada uno de los partidos políticos, en los distritos en donde no estén adheridos a las Paso, que elijan sus candidatos o representantes, por la vía democrática electoral, no es óbice para horadar los partidos, sino contrariamente, el consolidarlos, el hacerlos democráticos y no entidades gregarias, esclerotizadas y obtusas en franco incumplimiento constitucional en el caso de que no posean una dinámica electoral interna al menos en los últimos seis años o tres últimas elecciones generales en las que participo como tal.

No se trata de cuestionar al partido en cuanto tal como única posibilidad para que un ciudadano se presente como candidato a la representatividad, esto no sólo que ya se discutió, sino que ha sido cosa juzgada por diferentes tribunales, aquí ponemos el acento en algo mucho más neurálgico, grave y preocupante.

La institucionalidad no salvará a nada ni a nadie, los benefactores del sistema, lo siguen descomponiendo, hasta que entre las disputas palaciegas, surja, institucionalidad aparente o democracia simbólica de lo electoral, el primus inter pares, que nos gobierne, que nos someta, que nos maneje a su diestra y siniestra con el látigo y la billetera.

 

 

 


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