Argentino como el dulce de leche y el pobre.
En Argentina el pobre sigue siendo la punta de lanza, terminó por convertirse en un objeto conceptual sobre el cual se debate académicamente, el pobre y su pobreza estructural, de paisaje, son tomados como conejillos de indias por los políticos profesionales diría Weber, aquellos sumergidos en puras subjetividades que defienden a toda costa su trinchera de clase, el problema es que estos políticos hablan como terceros ajenos, como veedores inocentones y el pobre y su pobreza son obras maestras suyas, el pobre es la víctima en toda esta historia, es al que le roban (los saqueadores del Estado), los humillan, los encarcelan y los someten, resulta que los políticos aparecen hablando de ellos y su pobreza como si fuera una extrañeza, es lo que le paso al esbirro del matrimonio Kirchner Daniel Scioli, en el último programa de Mirtha Legrand, tanta hipocresía manejan, que alguien termina por dejarlo cagado y con el agua lejos diciéndole “deje de chamullar caballero, usted no puede respaldar a nadie”. Resulta que las horas de aire en los medios masivos de comunicación son ocupadas por los victimarios (políticos) y no por las víctimas. Si la politiquería argenta quiere hacer un favor deberían auto-prohibirse hablar de pobres y pobrezas, es la única obra que dejaron, dejan y seguirán dejando, los pobres sirven a la politiquería como válvula reguladora de poder, ellos administran pobreza más nunca la combaten, el pobre es un elemento conceptual, material, real y constitutivo del sistema político, el pobre y la pobreza son tan necesarias para que el sistema funcione como el sufragio mismo.
Mientras tanto, Cristina, la arquitecta egipcia volvió de paseo a tribunales acompañada de toda su comitiva y la militancia que nunca la abandona, todavía existe un sector de la sociedad que piensa honestamente que la ex presidenta puede terminar sus días en prisión, es una hipótesis que el sistema no toleraría, lo que no significa que ocurra, de hecho, si la ex mandataria terminara en prisión el sistema político argentino colapsaría súbitamente, la corrupción es un pilar fundamental para mantener todo el andamiaje sistémico de la politiquería argentina, la corrupción para el sistema es vital. Cuando hablamos de sistema político nos referimos a los tres poderes del Estado que administran conjunta y simultáneamente y se inter-relacionan por medio de la black box o caja negra.
En el plano internacional con afectación en la patria argenta que todavía no sabemos que es, las Naciones Unidas (ONU) dio a conocer un comunicado en relación a la detención de Milagro Sala y sostuvo que es arbitraria por la existencia de un entramado de acusaciones consecutivas y que no existen elementos legales para justificar su prisión preventiva, solicitando el organismo al gobierno su inmediata liberación. El tema de Milagro Sala es sospechoso, muy poco claro. El problema no es Milagro Sala, sino que aparezca en escena flameando la bandera de los derechos humanos el Juez de la Patria Don Raúl Eugenio Zaffaroni, que juro como juez de la nación en la cara del genocida más grande de los últimos tiempos Rafael Videla , con su mano apoyada en el Estatuto para el Proceso de Reorganización Nacional, eso no fue nada, antes en 1969 juro en San Luis lealtad al Estatuto de la Revolución Argentina del usurpador Juan Carlos Onganía, Zaffaroni fue miembro activo del gobierno de facto, asesino y corrupto de Videla, perteneció al Poder Judicial que junto a los otros dos poderes (en este caso el legislativo absorbido en el ejecutivo) gobernaron, Don Raúl Eugenio fue juez de la patria, pero de la patria genocida, le debería dar vergüenza asomarse por los organismos de Derechos Humanos y a los que votaron su pliego para Ministro de la Corte Suprema de Justica de la Nación mas vergüenza todavía.
Por Carlos A. Coria Garcia.
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