La epojé de los vice anuncia la sangría interna.
Los vice del todopoderoso andan de capa caída, desplazados por la corte del jefe de la carrera a la gobernación el año entrante, dejan deslizar sus disgustos a medias, entre líneas se quejan del rol de sus respectivos partidos y piden más espacios, como quien compra acciones en una sociedad anónima y exige lugares en el directorio, para confirmar la teoría de la mercantilización de la política que sostuvo Joseph Schumpeter, al comparar explícitamente el accionar de los compradores de votos con los de los empresarios que venden mercancías de diversos tipos a una clientela orientada en parte por su experiencia y sentido de conveniencia, y en parte por la influencia de la propaganda. Pero el consumidor se diferencia del votante promedio que tiene una posición más endeble para obtener información, no sólo sobre la calidad del producto que está dispuesto a adquirir mediante su voto -por ejemplo la eficiencia y honestidad del gobierno-, sino que con frecuencia compra -es decir, vota-, productos cuya eficacia o capacidad de dar la satisfacción que promete, no está ni garantizada ni probada. En Corrientes alcanzan dos días para armar un partido como si fuera una expendedora de chipa m´boca y te colas en una lista sabana, abundan las irregularidades como triple afiliación de personas a partidos diferentes, firmas truchas, etc.
El vice actual, que todavía no puede digerir su derrota con Daniel Scioli en las presidenciales, que especulaba lo llevaría de lleno a la gobernación, se dedica ahora a tareas de anfitrión y visitador diplomático o gobernador testimonial, ya que su poder de fuego se apago el 10 de diciembre, de recorrida en recorrida por hospitales, escuelas y donde raye que le abrirán las puertas se auto-entrevista con su legión de prensa, simulando un encuentro casual con los cronistas, que nos recuerda al papelón de Aníbal Ibarra cuando actores pagos lo saludaban con alagaos interminables constantemente en la calle, mientras hacia una entrevista con Daniel Malnatti para un programa televisivo y fuera descubierto.
Su vida útil en los terruños de la política hogareña tienen fecha de vencimiento el año próximo, a lo sumo, puede aspirar a conseguir un lugar en las listas a una banca legislativa en premio por su acompañamiento silencioso y obediente. Mientras acomoda las sandias en el camión y subrepticiamente hinca a los flancos de los “alfiles” del jefe, que ya se postulan a sucederlo el año que viene, dice el vice actual, no con inocencia infantil que hay que dejar de lado los temas electorales y en todo caso depositar todas las energías en afrontar la situación creada por el fenómeno de El Niño que afecta a la provincia. Existe la posibilidad que el vice “paseador” con su discurso cuasi-hinduista y melindroso, no sepa que a ladrilleros de Pueblo Libertador por las pérdidas totales de su producción (porque ellos si producen) su gobierno le dio un subsidio de 4 mil pesos en dos cuotas. ¿Qué le parece Don Vice?
El ex vice, hoy becado en el senado de la nación, también mostro su descontento por la actuación de su partido en la sociedad anónima gobernante, mientras que negó la posibilidad de candidatearse a la gobernación, decisión correcta y acertada teniendo en cuenta la experiencia pasada, aunque la memoria floja de la correntinidad hizo que vuelva como si nunca hubiese pasado nada, esa costumbre de memoria fugaz es cómplice de que estén siempre donde no deberían estar, porque demostraron ineptitud.
Como la política es un juego de berrinches infantiles y ellos, los profesionales del paño, se levantan una mañana cualquiera, con un caprichito de ser tal o cual cosa, el ex vice anda en esas volteretas, ahora quiere ser Intendente de la Capital, como si fuera un coleccionista de trofeos, y tal vez la memoria fugaz de los correntinos colabore.
Aun no hay comentarios, sé el primero en escribir uno!