La conquista de Hades, en la memoria colectiva selectiva de hoy.
Próximos a la fecha en que se recuerda la irrupción ilegitima e ilegal en la vida institucional del país y en la de sus habitantes de las fuerzas armadas en el año 1976 que dejara muerte y desolación ya se pueden apreciar las convocatorias a las “plazas” costumbre del gobierno anterior al actual.
Lo llamativo es que los convocantes son o fueron adherentes en muchos casos a estructuras políticas que hicieron del Estado también una herramienta de muerte y dolor en los últimos 15 años. El compromiso es con la historia pero también debería ser con el pasado reciente que se incrusta en la memoria.
Entre ellos el cacokirchnerismo revolucionario secuestro para luego dejarlo muerto a Luciano Nahuel Arruga en manos de la policía bonaerense al mando de Daniel Scioli.
A Mariano Ferreyra le dieron un balazo en el pecho por marchar con sus compañeros ferroviarios tercerizados de la Línea Roca en reclamo de la precarización laboral en la que se encontraban, pero el proyectil no cayó del cielo, salió del arma de la patota sindical que comandaba el cacokirchenrista Pedraza perteneciente a la mesa chica del ejecutivo nacional.
Los “suicidados” no son de última moda, ya son un clásico del cacokirchenrismo como por ejemplo en tierras de Eduardo Fallner cuando Cristian Ibáñez, de 20 años apareció muerto en la celda de una comisaría y las autoridades dijeron que se había suicidado y esta muerte sospechosa llevo a una puebla y como de buena costumbre,, la policía reprimió y dio muerte por tres balazos a quemarropa de Luis Cuellar, de 19 años,
Capital Federal tierra macrista de la revolución del amor y la alegría también es locación de represión y muerte en manos del Estado, la toma del Indoamericano se llevo las vidas de Emilio Canaviri Álvarez, Bernardo Salgueiro y Rosemary Churapuña.
Quien no recuerda al Docente Carlos Fuentealba asesinado por la espalda a quemarropa por un Policía de la Provincia del Neuquén, así la violencia estatal se despliega en todos los puntos cardinales del país.
Indiscutible es la matanza en manos del cacokirchnerismo perpetrada a Comunidad Potae Napocna Navogoh (La Primavera) sobre el pueblo originario QOM. Prácticamente un genocidio étnico.
El cacokirchnerismo chaqueño también tiene sus trofeos en la mesa del territorio de Hades, Ángel Verón fue el cuarto dirigente social muerto durante el gobierno de Jorge Capitanich.
Néstor vive, Néstor Femenía vive en la retina de los argentinos como mártir de la degradación social y política, muerto también.
Y Jorge Julio López ¿Dónde está? El cacokirchnesismo sciolista nunca lo encontró o no quiso, desaparecido el 18 de septiembre de 2006.
La Alianza del año 99 que vino a poner fin al menemismo que saqueo el país durante 10 años solo se llevo al placard 39 personas muertas y entre ellas 9 menores, también tienen su cuota societaria paga en los infiernos.
Y en la Comarca, también volaron almas a un cielo sin sol el 17 de diciembre del año 1999, Mauro César Ojeda y Francisco Escobar fueron asesinados en una brutal represión ordenada desde el ejecutivo nacional, lo llamativo es que dentro del entorno del entonces Ministro del Interior Federico Storani había –dicen- comprovincianos que no dijeron una sola palabra mientras masacraban correntinos, seguramente por la conveniencia que el gobierno de Pedro el bueno caiga y se hagan del poder.
¿Qué cosa es el hombre para que te acuerdes de el? Salmo 8.
Todo esto ocurrió ahora y merece ser recordado pero no como un suspiro histórico sino, como el principio del fin de la muerte y violencia del Estado, que es inútil en su función e impune a la hora de derramar sangre, litros de sangre.
Por Carlos Coria García.
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