Anacronismo, el método del por qué así estamos.

La democracia siempre trabajo por medio de la coerción de grupo, la psicología de las multitudes y el poder económico, es la razón por la cual, cuando irrumpe un modo horizontal de pensar la sociedad genera urticaria en los sublimes custodios del destino de los hombres, asentados en la punta de la pirámide que le da sentido al sinsentido de la verticalidad que exorciza los demonios que la verdadera democracia proclamó en los albores de la civilización. ¿Por qué no africanizar al demos?
En territorio o provincia pobre y marginal no por destino –si existiere-, sino por impericia sumado al conservadurismo extremo, puede convertir a un hombre mediocre en un dios. Pagar los salarios de la administración pública en tiempo y forma como única política de Estado es suficiente en zonas arrasados, diezmados y prostituidas. Cuando el pan de cada día es el objetivo principal y excluyente de los pares que habitan la Comarca, el poder encuentra su razón de ser y existir y, sobre todo perpetuarse atravesando generaciones enteras sin inmutarse.
Si el pobre es el objetivo de los discursos politiqueriles es al mismo tiempo el mejor aliado aunque el primero no lo sepa, la existencia del pobre es el que legitima en principio a los arrapiezuelos lactantes crónicos de la gigantesca ubre estatal, es por el pobre que un gobernador puede serlo veinte años consecutivos, es la imaginativa idea de sacar al hombre de la pobreza la que termina por depositarlo en la pobreza estructural y basal de cualquier régimen de tinte feudo-monárquico de facto. Y todo ello lo hacen bajo el manto sagrado y omnipresente de la democracia que no es tal, más bien, es el camino dentro de los márgenes normativos que lo inviste y consagra por los años de los años.
La palabra ucraniana holodomor que en su traducción al español seria “matar de hambre” describe la funcionalidad del pobre para un régimen, la existencia del pobre asegura la permanencia del gobernante supuesto y esto decanta en lo que sostiene John Stuart Mill: …la tradición y experiencia universales enseñan que los hombres son corrompidos por el poder… Tan modestos, tan asequibles á la razón como los hombres nos parezcan mientras sienten sobre sí un poder superior, tanto más debemos temer que cambien completamente bajo esta relación el día que se consideren los más fuertes.
Por Carlos Coria García.
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