El abismo como proceso creacional.
Antes -y seguramente después- del arribo del nuevo ejecutivo el país se debate en las posibles acciones de gobierno que se tomen o no, es una disputa entre expectativas y prejuzgamientos que oscilan como péndulo de acuerdo quien lo diga, de este o del otro lado de lo que se dio en llamar la grieta.
¿Qué había cuando aún no existía cosa alguna, cuando no había nada? Se pregunta Jean-Pierre Vernant y esboza una respuesta diciendo: en el comienzo, lo que existía en primer término era la Abertura, los griegos la llamaban Caos. ¿Qué es la Abertura? Es un vacio, un vacio negro en el que nada se puede distinguir. Espacio de caída, de vértigo y desconcierto, sin límites, insondable. Abarcador como una inmensa boca que todo lo engulle en una misma noche indistinta. Pues bien, en el principio no hay sino esta Abertura, este abismo ciego, nocturno, ilimitado.
En ese previo estado de Abertura nos encontramos, en desconcierto inédito de hace al menos una década, llegamos a un punto donde todo el porvenir fuera incierto, nadie tiene certezas de nada sobre alguna cosa que vaya a suceder, como si fuera que la historia nos crea los limites hasta donde podemos pensar, si los saltamos caemos al abismo de lo incierto que nos lleva de las narices al miedo, miedo a que habrá o vendrá, miedo a perder e incluso a ganar también.
Pero todo este abismo fenomenal como hacía rato no se apreciaba puede transformarse en un inmenso árbol que dé frutos tanto dulces como amargos en consonancia con el tipo de abono que demos a sus raíces, Manfred Ridel teórico de la corriente llamada nouvelle droite pensaba que la metapolítica exige una analítica de los conceptos en el sentido de una reflexión hermenéutica y analítica de las actuales opiniones políticas preconcebidas, que es la que ha de abrir el acceso a una política sin metafísica política.
En todo abismo o Abertura existen, aunque a primera vista pareciera contradictorio una disputa descarnada por rehacerse en su forma, en su objetivo y en sus fines, a esa disputa acuden tanto el concepto como construcción semántica y teórica de la nueva arquitectura en movimiento y los intereses más simples y puros de lo mundano que tributan al dinero y el poder, en ese sinsentido, todo nuevo sentido que se quiera dar a partir del abismo que se nos presenta y nos obliga a erigir el plano nuevamente los partidos políticos han sido superados en poder e iniciativa por los mega aparatos massmediáticos y que, es allí, en donde el pensamiento intenta llevar adelante la disputa.
En Corrientes la Abertura tendrá su efecto rebote, en derivado de lo anterior el arquitecto político del PRO Jaime Duran Barba, ya está organizando un equipo de trabajo para extender la idea-eslogan de cambio a provincias determinadas donde la perpetuidad sobrepasa al pragmatismo, donde el activo político no es la economía y los fondos que aportan a las arcas federales sino, el objetivo es atraer las voluntades que tienen en el Congreso Nacional en las dos Cámaras, pues es ahí donde flaquea el nuevo gobierno que encabeza Mauricio Macri y es el Congreso donde aparecerán las grandes disputas. El Plan Belgrano para el norte argentino es la obra maestra para infiltrar “el cambio”, Duran Barba ya está trabajando a toda máquina para aniquilar la rémora monárquica correntina e instalar los nuevos tiempos. De eso ya están enterados en la Comarca y de esa información deviene el apuro de intentar una prorroga de mandatos en los ejecutivos e intentar salvar dos años más hasta las próximas presidenciales, donde nuevamente los acuerdos electorales tendrán peso propio.
Por Carlos Coria García.
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