Yihad es palabra de verdad ante un líder tirano.
Para ver el mundo en un grano de arena, y el Cielo en una flor silvestre. Abarca el infinito en la palma de tu mano, y la eternidad en una hora. William Blake (1757-1827).
Dietrich von Choltitz, condecorado nada más y nada menos que por la Cruz de Caballero de la Cruz de Hierro, es decir, un auténtico héroe de guerra alemán de sangre prusiana fue el jefe militar del pelotón nazi que invadió París, recibió a las 10 de la mañana del 23 de agosto de 1944 un mensaje cifrado del alto mando que le ordenaba entregar la ciudad convertida en cenizas. La vanguardia de las tropas aliadas esperaba la orden de avanzar desde Limours, en los suburbios de la capital. A las 20.45 horas del 24 de agosto, la 9° compañía de la 2° división blindada del General Philippe Leclerc, integrada mayoritariamente por excombatientes republicanos de la Guerra Civil, entraba en París por la puerta de Italia la conocida Operación Overlord estaba en marcha, esa misma noche tomaban posiciones en la plaza del Ayuntamiento. A la mañana siguiente, una multitud de ciudadanos los aclamaba como liberadores.
Algunos historiadores de la segunda guerra mundial sostienen que Adolf Hitler amaba la Ciudad de Paris, la quería de tal forma que soñaba con que Alemania tenga una ciudad igual, pero sabía perfectamente que jamás existiría una ciudad como Paris, por lo tanto decidió que si su país no era capaz de tener su Paris ningún rincón del mundo podía tenerlo, su plan macabro fue extirpar de la historia de la humanidad la Ciudad más increíble jamás conocida, su orden fue colocar explosivos en los lugares estratégicos y simbólicos de Paris, su fin era que la humanidad no vuelva a ver a Paris nunca más.
Desde aquella idea demencial de Hitler Paris no ha experimentado horas más crueles y trágicas hasta que el 7 de enero de 2015 la revista Charlie Hebdo es atacada por dos hombres pertenecientes a Al Qaeda en Yemen, enmascarados con rifles de asalto ingresaron en las oficinas y dispararon matando a 11 personas. El 13 de noviembre de 2015 Paris vuelve a ser víctima de varios atentados coordinados y llevados a cabo al mismo tiempo con el resultado de 132 muertos perpetrados por fanáticos de las filas de EIIL, Daesh o yihadistas del Estado Islámico.
Este grupo de fascistas extremos que no asimilan ninguna otra forma de vida que no sea la propia a los cuales nos llaman infieles, entre otras tantas cosas proponen instalar una suerte de Califato mundial que estipula un contrato bay'ah que sostiene que el Califa debe ser justo y que debe gobernar a la gente con la Ley Islámica shari'ah.
El fascismo puro y duro que propone el Estado Islámico tiene a Medio Oriente, África Shariana y a Europa en jaque, en un estado de psicosis nunca antes vista, la muerte y violencia va in crescendo y los países centrales y periféricos combaten un enemigo nutrido estratégicamente y financiera desde su seno.
El fascismo no es una ideología de tinte política es sobre todo, un estilo de vida que no tiene límites geográficos, ni de raza, etnia o nacionalidad, es tan fascista el Estado Islámico, EIIL, ISIS, Daesh o como se quiera llamar como muchos de nuestros vecinos y connacionales que no admiten una opinión disidente y optan por la descalificación personal por encima de una contrapropuesta de ideas. El fascismo es una forma de ser y no de pensar.
Por Carlos A. Coria García.
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