Evitemos una nueva violación a la democracia
Entonces, juntos y arremolinados, tras repartirse el botín electoral, se sientan encima, por sobre los derechos políticos de los ciudadanos (no sólo de sus partidarios) y apropiándose de un partido, o de su herramienta electoral, determinan un supuesto consenso, que independientemente que sea ficticio o irreal, es gravemente atentatorio, no sólo con los derechos políticos de los ciudadanos, sino contra el sistema democrático.
Debería, la Presidente de la Nación, que en su calidad de tal, siempre nos advierte de los “actos desestabilizadores” o “golpes blandos”, por parte de ciertos sectores, hacerse ECO de esta situación, que lisa y llanamente, atenta contra lo más sagrado que la argentina supo conseguir en su historia moderna; el derecho al voto.
Este derecho de participar de la interna de un partido (PJ) de un distrito (Corrientes) para elegir representantes partidarios y electivos, que convoca a afiliados e independientes, les será cercenado, mediante, argucias leguleyas y planteos ramplones, a diferentes agrupaciones que anunciaron su deseo de participar y que presentaran los requerimientos que se les exigen en tiempo y forma.
No sólo que ya han atravesado por esta situación en más de una oportunidad, no sólo que otra agrupación en conferencia de prensa denunció el vicio de las reglas de juego propuestas (la sede provisoria funciona en el estudio profesional del candidato oficial) y planteo sus reclamos jurídicos, sino que los más importante, es que al no existir sanción, ni siquiera reacción, ante este nuevo atropello, estos violadores seriales de lo democrático, van en camino de institucionalizar las aberraciones y vejaciones que cometen con nuestro sistema político.
Ya no tiene sentido el recordar de los continuos fracasos electorales a los que someten hace más de 40 años a la fuerza política que dicen representar, tal como inversamente proporcional, crecen sus patrimonios, sus hectáreas y los cargos que acumulan para parientes y amigos, la única forma que puede entender el violador de la criminalidad de su acto, es bajo el peso de la ley; no sólo agotaremos las instancias nacionales, también iremos a las internacionales, los tribunales del mundo sabrán y esperemos que actúen en consecuencia, de que un grupúsculo de delincuentes democráticos, en un arrabal Sudamericano, pretenden conculcar lo más sagrado, el derecho al voto.
Peronismo Auténtico.
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