7 de marzo de 2015

Editorial Europea propone editar obra del filósofo correntino Francisco Tomás González Cabañas

La firma editorial, “Académica Española”, con sede en Alemania y con más de 10 años de consolidada trayectoria en el ámbito especializado de los textos académicos y científicos, tomo contacto, por intermedio de la jefa del departamento de Adquisiciones, Ximena Huidobro con el intelectual correntino, a los efectos de proponerle, bajo contrato, la edición de su obra “El Voto compensatorio”, quién fuera defendida en distintos foros del mundo (Guadalajara, Complutense de Madrid, San Marcos de Lima) por González Cabañas y que propone una redefinición del “Contrato social” y la resignificación del principio de igualdad.

Con veinte aceptaciones de distintos congresos y simposios internacionales, en menos de un año y con más de diez tesis diferentes, organizados por diversas universidades del mundo, el autor correntino consolida su dimensión intelectual, dado que ha sido elegido por una prestigiosa editorial europea, la cual le propuso un contrato que contempla la posibilidad de traducciones y las lógicas regalías que pudieren corresponderle al autor ante las posibles ventas.

González Cabañas se encuentra en pleno proceso de análisis de la propuesta, dado que la firma del mismo podría darse en el viejo continente, sede de la editorial, pero más allá de como finalice un período lógico de negociaciones, en donde hasta se habla de la publicación completa de la obra del autor, no pudo disimular su profunda satisfacción ante el ofrecimiento llegado desde Europa.

No son muchos, de hecho son escasos y de grandísimo talento, los autores correntinos que lograron perforar las barreras que imponen no solamente los límites geográficos de poder publicar y ser considerado a nivel internacional. Francisco Tomás González Cabañas, inscribe su nombre en esta selecta galería, en donde se da por descontado, que para estar en la misma, se precisa algo más que suerte y voluntad.

Lo único a lo que apunto el autor, fue a esto mismo, a que desde el estado provincial, se empiece a trabajar como política pública el apoyo a los autores locales, a los intelectuales, a los que con una ley de mecenazgo o un instituto de dimensiones profusas o difusas, no se les puede brindar el apoyo y la consideración que si reciben desde afuera.

González Cabañas, especializado en filosofía política y parte de la “filosofía latinoamericana” (participara este año en el 55ª Congreso de Americanistas, junto al fundador de la filosofía de la Liberación, el notable Horacio Cerutti Guldberg) nos dejó algunas líneas de lo que será publicado en la Comunidad Europea:

 Las sociedades que optan por la democracia representativa normalmente lo hacen porque valoran la capacidad de elegir libremente a cada uno de sus miembros. El régimen electoral, sea cual fuere en la latitud que se plantee, conlleva en su definición, como regla básica la protección de esa libertad de elegir (valga, más que nunca la redundancia).  Existe algo paradójico, en verdad muchas paradojas, mencionaremos al menos una.  Que este régimen, en muchas de sus versiones,  elimine una posible opción que, a ojos de muchos ciudadanos, está cargada de significado político. Si un individuo está en condiciones de votar por un candidato entre muchos posibles o por una propuesta programática entre varias, entonces también está en condiciones de decidir si vale la pena votar en una ocasión específica. Pero en la mayoría de los casos no está permitida esta elección, es obligatorio el participar o el no hacerlo genera penalidades y en el caso de que esté aceptada la posibilidad de elegir participar  o no, está mal visto no hacerlo, social y políticamente.

Mientras menos elijan (es decir ni siquiera elegir participar, ser parte de una elección) los que forman parte del contrato social, entendido este ya como una suerte de terreno confiscado a la libertad absoluta (en caso de que pueda pensarse una categoría tan abstracta), más se acrecentará el poder fáctico de quiénes sí realmente se benefician de esa ausencia de elección, que son precisamente los elegidos, como para conducir el destino de los que cada vez elijen menos, o porque están más condicionados o porque en verdad no están eligiendo nada, por más que el juego sea hacerles creer, para seguir sosteniendo el contrato, que sí elijen algo.   Encontramos otro de los síntomas más evidentes de la enfermedad política de un sistema encapsulado, manejado por facciones cerradas y gregarias que en nombre de la democracia y la institucionalidad, pisotean los derechos políticos de los ciudadanos al birlarles la posibilidad de elegir, hablamos de antes de las elecciones, de la conformación de las listas, previo a las internas o primarias, siempre se elige antes bajo criterio discrecional de un poderoso, que luego del acto electoral, les validan o les son validados para seguir eligiendo, con la legitimidad democrática del voto, para escoger funcionarios y demás posibilidades de elegir decisiones de gobierno.

  

 

 


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