En 2015 fue realmente un año para marcar en el calendario, en lo que se refiere al desarrollo sostenible, ofreciendo una oportunidad inmejorable como punto de partida hacia un futuro que mejore la vida de las personas, asegurando el ejercicio de sus derechos humanos, en armonía con el ambiente.

Dos procesos se refuerzan mutuamente, si se implementan en conjunto: la agenda para el desarrollo y la lucha contra el cambio climático. Ambos, después de 2015, tienen como objetivos finales mejorar las condiciones de vida de la población y lograr la rápida transición a una economía baja en carbono y resiliente a las condiciones generadas por el cambio climático.

La creciente desigualdad, el aumento de desastres naturales, la rápida urbanización, los nuevos migrantes y el consumo excesivo tanto de energía como de recursos naturales, amenazan con elevar el riesgo a niveles peligrosos, con efectos sistémicos a nivel mundial.

Aún después del SARS, la gripe aviar y la gripe A (H1N1) no se pensaba que una nueva enfermedad podría derivar en una pandemia de consecuencias catastróficas. En 2015, eso era de ficción.

Laudato Sii (18 de junio de 2015)

El Papa Francisco publica la Encíclica Laudato Sii manifestando “el desafío urgente de proteger nuestra casa común incluye la preocupación de unir a toda la familia humana en la búsqueda de un desarrollo sostenible e integral” dándole a las problemáticas ambientales una mirada desde lo social, que refleja las nuevas responsabilidades de la raza humana.

Quienes conocen el pensamiento de Jorge Bergoglio sabían, que al tomar el nombre de Francisco, las cuestiones ambientales no estarían ajenas a su pontificado. Escribir Laudato Sii le llevó dos años y muchas horas de conversación con distintos líderes religiosos. Es por ello que la encíclica no es sólo para los católicos: Francisco hace un llamado urgente a todas las personas “un nuevo diálogo sobre el modo como estamos construyendo el futuro del planeta”.

http://www.vatican.va/content/francesco/es/encyclicals/documents/papa-francesco_20150524_enciclica-laudato-si.html

Los 17 Objetivos para el Desarrollo Sostenible (25 de septiembre de 2015)

Los líderes mundiales en la Asamblea de las Naciones Unidas, adoptan un conjunto de 17 Objetivos Globales para erradicar la pobreza, proteger el planeta y asegurar la prosperidad para todos en una nueva agenda de desarrollo sostenible  Cada uno de los objetivos tiene metas específicas que debían alcanzarse en los próximos 15 años, como meta en 2030.

Aquí se  consolida y amplía la experiencia de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (2000/2015) y otros compromisos internacionalmente acordados, que establecían metas concretas pero no decían cómo llegar a ellas, o a costo de qué se daba el crecimiento. Por ello se incluyen Objetivos vinculados a la igualdad de género, valores como la paz, justicia e instituciones sólidas, y el trabajo coordinado en la conformación de alianzas.

La nueva agenda traza el rumbo de las iniciativas de desarrollo, para los siguientes  15 años (período 2015/2030). Como novedad, la agenda es universal y establece obligaciones nacionales y mundiales para todos los países. Para llegar a lograrlo, además de suscribirlos y adoptarlos como política de estado, todos deben hacer su parte: los gobiernos locales, el sector privado, la sociedad civil y los ciudadanos.

https://www.un.org/sustainabledevelopment/es/objetivos-de-desarrollo-sostenible/

El acuerdo de París (12 de diciembre de 2015)

Si bien se ratificará el año siguiente, queda sellado el Acuerdo de París, en el marco de la Conferencia de las Partes (COP 21) donde más de 190 estados alcanzaron un acuerdo histórico para combatir el cambio climático e intensificar las acciones e inversiones necesarias para un futuro sostenible con bajas emisiones de carbono.

Por primera vez, un documento de alto nivel hace que todos los países tengan una causa común para emprender esfuerzos ambiciosos destinados a combatir el cambio climático, mitigar las emisiones de gases efecto invernadero y  adaptarse a los efectos futuros.

https://unfccc.int/resource/docs/2015/cop21/eng/10a01.pdf

ODS en Argentina: un esquema diverso

En Argentina los ODS están en la órbita del Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales, un espacio de articulación del Estado Nacional para la eficaz administración de los recursos, a cargo de Victoria Tolosa Paz.

La adopción por parte de las provincias ha sido desigual, pero va en aumento. Por ejemplo la Provincia del Chaco se adhirió en Julio de 2017 y Entre Ríos acaba de hacerlo hace pocos días. En 2019, nueve provincias presentaron sus informes de avance: Buenos Aires, Chaco, La Rioja, Córdoba, Santa Fé, Mendoza, La Pampa, Río Negro y  Santiago del Estero.

A pesar de los esfuerzos, los 17 ODS aún son desconocidos por una gran parte de la sociedad y de sus líderes.  Autoridades y funcionarios de los tres poderes del estado, en los distintos niveles territoriales: municipios, provincias y nación, deberían conocerlos y aplicarlos en su hoja de ruta, planificar con ese horizonte, bajo esas premisas que tanto trabajo ha costado acordar, más allá de los colores partidarios y las grietas circunstanciales.

No es sencillo adecuar la planificación de políticas públicas a este esquema global, pero es posible y sin duda, necesario. Es la única manera de asegurar el rumbo y cumplir con los compromisos. Los beneficios serán para todos, con una buena planificación, monitoreo y corrección de los desvíos, los recursos se asignarán adecuadamente al crecimiento conjunto. Como siempre, sin presupuesto no hay política pública que pueda ser efectiva.

Quedan sólo 10 años más.

https://www.odsargentina.gob.ar/Los17objetivos

https://www.odsargentina.gob.ar/public/documentos/seccion_publicaciones/provmuni/informe_provincias_ods_2016-19.pdf

Sobre la autora:

María Elina Serrano es ingeniera, ex Secretaria General de la Gobernación y Ministra de Planificación, Ambiente e Innovación Tecnológica de la Provincia del Chaco.

https://twitter.com/mali_serrano